No seré yo el que se enfrasque en sesudas disquisiciones científicas o paranormales, tratando de encontrar las causas mediante las cuales algunos sexagenarios viran su ideología, y renuncian a sus principios donde se apoyaron para formarse como personas.
¿Pero tendrán algo qué ver los genes mimetizados que afloran superado un ambiente hóstil y se desarrollan en un entorno más favorable? Algo así como la teoría de los perros de Pávlov y el conductismo.
Yo soy más proclive a creer en la sabiduría del poeta; a la vejez chochez.
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| Hay quien en la senectud decide ser soberano de su vida |

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