jueves, 18 de septiembre de 2025

¿Es el franquismo una enfermedad psiquiátrica?

Políticos aceptados por el sistema democrático difunden la proclama de colgar por los pies al presidente del reino de su país. Aspiración de cualquier fascista para usurpar el poder.

El presidente agredido verbalmente, sitúa el “conflicto” en el orden judicial para que diriman el litigio esos seres de luz que conforman los tribunales españoles. Desde el olimpo de los dioses se decide que esas manifestaciones son legítimas, no contravienen las leyes terrenales y por lo tanto no constituyen delito.

Entonces nosotros podemos concluir, que ese ejercicio sintáctico donde no se alberga maldad alguna, sugiere expresamente o no, que si el protagonista en ese discurso de valores ennoblecedores fuese la persona de fachascal a modo de piñata humana zarandeando de una soga apaciguadora, incluso bajo esas concretas circunstancias, tal vez pudiera ser esa la razón de su hipoxia cerebral involucrada en el afianzamiento de su fé en el fascismo.

Al parecer según la justicia suprema que tutela la vida de los españoles, dictamina que si alguién expresa que colgar por los pies a fachascal al estilo de D. Benito, dicha declaración sería aceptable en el marco de la libertad de expresión y opinión. Hablar en esos términos no implicaría incitación alguna al odio y la violencia, luego tal vez sea, una acción expresiva fraternal de conciliación entre antagónicos. El cancaneo judicial determina que colgar de sus gruesos tobillos a fachascal engrandecería la democracia, y la expresión en dichos términos aludiendo al escarnio del cadaver de D. Benito tendría connotaciones enriquecedoras para el desarrollo de la pluralidad, la conciliación y convivencia pacífica. ¡Deleznable!


La herencia franquista

El Partido Podrido (PP) durante el período de acciones vandálicas -cito a Jose Mari- del Movimiento Nacional Vasco de Liberación, calificaba los ataques a sus sedes, de actos terroristas, y repetía a modo de mantra la exigencia de condena explícita, para validar a algunos partidos políticos como democráticos. Los herederos de un partido político fundado por franquistas expidiendo carnets de demócratas. Hoy en 2025, son las sedes de su rival político las que están siendo atacadas por hordas de ideología afín al Partido Podrido (PP).

Fruto de su indubitada desesperación y estrafalaria deriva política los del Partido Podrido (PP), anestesiados por el odio y la frustración, callan, guardan un silencio indecente, deshonrroso, atronador. Lo que antes eran actos de terrorismo ahora los “definen” como actos de defensa de su patria. 

Buenas noticias para los contribuyentes, a los nostálgicos del franquismo, la sanidad pública no les financia la patología de añoranza. 

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