Si existieran los extraterrestres, la
ministra de empleo tendría muchas posibilidades de serlo. Su
genética pavisosa la delata. Con un 57,7% de paro juvenil y con la
desesperanza imperante en el país, nuestros jóvenes deciden
emprender el camino de la emigración y así atisbar algún futuro.
La ministra que encomienda sus competencias a la virgen del Rocío,
hace malabares con el lenguaje para tratar de desdramatizar la
agónica situación y es incapaz de llamar a las cosas por su nombre.
¿Movilidad geográfica? ¿Acaso es lo mismo estar jodido que estar
jodiendo?
Repugnante la manera que tienen de
hacer política.
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